la hace más atractiva y fresca a la vista, también añade sabores diversos a modo de sazonador para aportar ciertos matices e incluso nutrientes,
al igual que cuando condimentamos nuestros platos con hierbas aromáticas.
Lo habitual desde el punto de vista gastronómico es que esta nueva práctica culinaria, se emplee más como guarnición
o acompañamiento de carnes o pescados que como plato único.
Además de aportar a los platos un toque de distinción, de color y fragancia, también son beneficiosas para el organismo, aportando
Vitaminas del grupo A y B, Minerales, Proteínas, Grasas, Almidones, Aminoácidos.
Y aunque nos parezca algo reservado a los grandes chefs y fuera de nuestra cocina, lo cierto es que las tomamos más a menudo de lo que pensamos,
ya que el brócoli, la coliflor, el clavo o el azafrán son al fin y al cabo flores.